miércoles, 1 de febrero de 2012

Cultura consumista y ecología


CULTURA CONSUMISTA Y ECOLOGÍA

Vivimos en un mundo donde se ha incorporado como parte cotidiana de nuestras vidas la cultura del consumo, en ella, vivimos para malgastar; el sistema económico funciona por el consumo y mientras más grande sea este, los flujos de capital serán más rápidos; se acelera la producción, la explotación de la naturaleza; nuestra forma de vida nos pide renovar lo que usamos y tenemos, nos orientamos a ser consumidores despiadados.

La televisión, la radio, la música, los anuncios en las calles, las revistas y las tiendas nos dicen que necesitamos comprar, la caridad también se vende y se compra en los vales, en el cajero automático, en la botella de yogurt, se oferta en la televisión con un comercial de un corazón. La mayoría consume en la medida que le sea posible, o imposible, en esta cultura del consumo la deuda es la zozobra de las familias y el respaldo del sistema financiero.

Pero ¿Qué tiene que ver esto con la ecología?

Es precisamente la cultura de consumo la forma más contra ecológica de vivir, a medida de que consumimos tomamos materia y energía, agua, alimentos, petróleo que no renovamos, estamos ahora generando el deterioro natural más grande de la historia a un nivel global y no solo estamos dañando a la naturaleza, sino a nosotros mismos en más de un modo.

El deterioro ambiental genera daños colaterales en el ambiente, reflejados en sequía, contaminación del agua, aire y suelo en distintos grados, por otro lado, esta explotación de los recursos sin dejar a la naturaleza renovarlos. Estamos generando el encarecimiento de nuestros propios alimentos, de la cantidad de agua y de aire para consumo humano. Esta escaces enterarnos en cuánto dinero saldrá el aire y el agua que consumiremos este año, eso no había pasado y es el traste de nuestra cultura de consumo.

¿Cuáles pueden ser las respuestas? ¿qué alternativas tenemos?

Inevitablemente necesitamos de los recursos de nuestro medio para vivir y no existe, o al menos no está a nuestro alcance la posibilidad de vivir sin gastar recursos, la respuesta no es “no consumir” es consumir responsablemente y ahorrando, reutilizando y reciclando.

En Tacámbaro, tenemos la posibilidad de reciclar una gran cantidad de materiales por medio de la cooperativa Tzipiku, dedicada a la protección del ambiente. Para mayor información consultar www.tzipiku.blogspot.com.

Angel Lueza Ruiz, alumno de El Colegio de Michoacán y colaborador del proyecto “El cooperativismo en el centro occidente de México, Análisis, perspectivas y desarrollo ante los retos de la globalización”


Lueza Ruiz, Angel. «Cultura consumista y ecología.» Tacámbaro Cooperativo, Enero de 2012: 4.
Texto disponible en 
www.tacambarocooperativo.blogspot.com